lunes, 15 de octubre de 2012

Flamenco en clave de humor

Qué buen rato nos hizo pasar la Choni Cia. Flamenca con el disparatado, divertido, justificado, irónico, tierno a su manera y muy acertado montaje de 'La gloria de mi mare', espectáculo que, premiado en el 2011, en Sevilla presenta un flamenco en género de comedia, mezclando vodevil, humor, cante y baile. Con un argumento de lo más sencillo, la mamá de artista, la historia recrea la vida de las bailaoras que en los cafés cantantes buscaban el éxito y un trabajo con el que ganarse la vida. Cuatro personajes, la hija, la madre, la mujer del empresario y cantaora o el empresario y guitarrista son los protagonistas de un disparate de enredos con dos escenarios en uno. Por un lado el camerino, los trajes, el espejo y la mamá de artista, halagando y animando a 'su niña' con esa gracia andaluza tan especial, pero fundamentalmente basada en el hecho de ser un actor felizmente caracterizado en mujer, papel que, aunque habitual en género de comedia, no es tan fácil el dominio de las situaciones diferentes y no abusar en los registros ni caer en la vulgaridad. Luego está el café-cantante, una mesa y dos sillas, copita incluida, el empresario-guitarrista y la mujer-cantaora, igual de divertidos y acertados a la hora de la gestualidad que requiere la dramaturgia, así como del cante y el toque. Pero, en todo esto, la clave es el baile, y los bailes que la niña artista interpreta, guajira picarona, seguirilla, caña zambra o las alegrías, todos correctos con el agravante de las interrupciones tan divertidas de la mamá buscando ayudar a la hija, que si una flor que si un mantón&hellip Un disparate detrás de otro que provoca la carcajada en su justa medida. Este tipo de montajes es arriesgado, mezcla de lo serio y lo disparatado, porque cuando se actúa hay que hacerlo bien y cuando se baila igual y el abuso de la ironía o las payasadas pueden hacer perder la calidad del espectáculo. Desde luego, no es el caso de este homenaje a las madres de artista, y a una en concreto. Los cuatro intérpretes de esta historia flamenca supieron contactar perfectamente con el aforo que disfrutó de lo lindo y aplaudió con entusiasmo. Por cierto, nuestra actriz Pepa Aniorte estuvo allí. Y con la que está cayendo, pasar un rato tan divertido se agradece.

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