Flamenco en estado de pureza

Desde Almería llegó el flamenco de Tomatito a la Argentina, recalando en la Patagonia para arrasar con todo, como el viento que lo recibiera en Neuquén

.Neuquén > El artista se presentó el domingo por la noche en el casino de la ciudad, con un grupo de excelencia: Morenito y Simón en cante, Cristóbal Santiago en segunda guitarra, Lucky Losada en percusión y el “terremoto” de Paloma Fontova, la bailaora.
La historia de Tomatito quizás pondría una medida adecuada a su talla, pero lo cierto es que escuchándolo se transforma en un pintor. En uno de aquellos que hicieron cumbre en obras para la humanidad: desde El Greco a Velázquez, desde Dalí a Picasso, Goya, Miró, cada uno dejó su testimonio de una época, de una cultura, de una concepción profunda de pertenencia, de imaginación, de talento. Todo eso es Tomatito: pinta con su guitarra el flamenco en su estado de pureza. Conociendo todas las técnicas, desde los maestros con los que estuvo y creció como el Niño Miguel, Paco de Lucía, Camarón de la Isla, no hace gala de ellas. Por el contrario, no adorna, no interviene sobre el sonido de esa tierra que llora, se lamenta, sufre y jalea para el emocionante desconcierto de una platea colmada. Es el artista solitario que bucea y se encuentra a sí mismo: es de pura raza gitana y su guitarra lo dice y trasciende.
Tomatito anduvo por tarantos, fandangos, bulerías, tangos flamencos, canciones con sabor latino, rumba, soleades, sin olvidar el tango de Luis Salinas “Para Troilo y Salgán” en inolvidable versión.
Todos los palos del género habitaron las maravillosas interpretaciones de los cantaores, las palmas, el taconeo de la joven Paloma Fontova, asombrosa bailaora.
Hay artistas que forman parte de la legión de los que iluminan las artes. No se trata de tocar, cantar o bailar bien, se trata de dejar, nada más ni nada menos, una marca indeleble en el espíritu de la gente para transformarlo, aunque sea por un momento, en un ser celestial. Eso hace Tomatito.
Merece un reconocimiento especial la entrega de Asunción Miras Trabalón en la apertura del espectáculo. Recogió los merecidos aplausos de un público que admiró su despliegue en la danza que ya es una marca en la región