domingo, 18 de noviembre de 2012

Una tesis doctoral radiografía los poco conocidos años en que Barcelona fue la capital del flamenco


Hubo un tiempo en que el dictador Miguel Primo de Rivera se lo pasaba en grande en el Patio del Farolillo, en Montjuïc, pero mejor parece que lo pasaba el general Sanjurjo, al que la prensa satírica de Barcelona rebautizó como el generalSanjuerga. Hubo un tiempo en que allí donde hoy Apple vende su exquisita tecnología, en una de las esquinas más nobles de la plaza de Catalunya, abrió sus puertas la Bodega Andaluza, un establecimiento muy elegante donde parte de la burguesía que salía del Liceu trasnochaba entre acordes de guitarra. 
Hubo un tiempo, sin exagerar, en que Barcelona era la capital española del flamenco. Una excelente tesis doctoral aborda ese muy poco conocido pasado de la ciudad. Tan excelente es que ya está en las librerías.

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