jueves, 13 de diciembre de 2012

Supersubmarina juega a ser gigante


A veces, el éxito llega casi sin esperarlo. Y sino que se lo digan a los chicos de Supersubmarina, soprendidos aún por la gran aceptación que ha tenido su segundo disco de estudio 'Santacruz', con el que han conseguido hacerse un nombre importante dentro del complejo círculo 'indie'. Un demarraje demoledor al pelotón del anonimato que les ha llevado, en tiempo récord, a llenar muchas de las salas en las que anuncian su presencia a día de hoy. Para muestra, un botón: la Riviera de Madrid, abarrotada en su concierto de este miércoles y las entradas agotadas para el progamado para este jueves, una actuación, extra, 'obligada' por la demanda de los 'fans'.
Primero dieron las gracias por la oportunidad de poder haber sacado a la luz un segundo trabajo después de aquel 'Electroviral' de 2010 y ahora, sin apenas tiempo para bajar de la nube, no dan crédito ante el éxito de convocatoria en sus directos. Tras un verano en carretera participando en distintos festivales, volvía a tocar el turno de anunciarse en solitario. Su hora de hacerse (más) mayores.
Mucha niña mona, y por cierto alguna sola, se congregó ayer en una mítica sala, que se vino abajo cuando el quinteto jienense (se ha incorporado un nuevo teclista) apareció sobre el escenario y empezó la noche con 'Para dormir cuando no estés', para continuar después con recién nacidos pero ya clásicos como 'El baile de los muertos', 'Tu saeta', 'El encuentro' o 'Canción de guerra', entre otros. Un comienzo sin pisar el acelerador para subir y subir hasta niveles de éxtasis general.
Y es que a los chicos de Supersubmarina se les ve con la ambición y el inconformismo de los inicios (el grupo tiene apenas 4 años de vida), aderezada con la seguridad que da el viento a favor del momento. Y, por qué no decirlo, pese a la dudosa calidad auditiva de la sala, la mezcla sonó bien.

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