jueves, 4 de octubre de 2012

Recuerdan a Compay Segundo músicos y estudiosos de su obra


Compay Segundo fue un músico genuino y su obra es fuente inagotable para quienes quieren adentrarse en el son y la música tradicional, dijeron este miércoles artistas y estudiosos en el panel Compay, Compay..., convocado por el Festival Leo Brouwer de Música de Cámara.
Lino Betancourt, conocedor de la vida y el quehacer melódico de Francisco Repilado, destacó su capacidad para incluir en sus canciones lugares emblemáticos de Cuba, como sucede en el mundialmente conocido Chan Chan o en Mujeres de Mayarí, Mi calderito, y así hasta sumar 11 piezas en las que menciona 23 regiones de la Isla.
El musicólogo Olavo Alén abordó la conexión del autor de Se secó el arroyito con géneros como el son y realzó los valores estilísticos de sus composiciones. Mientras, su colega Raúl Martínez reconoció el talento de Compay, quien era, dijo, «un artista intuitivo y de mucho talento que creó el armónico a finales de la década de 1920. Ese es un instrumento que posee siete cuerdas y no es ni una guitarra ni un tres, pero posee una gran afinación».
Salvador Repilado, hijo del célebre músico, agradeció a los organizadores del Festival por el homenaje a su padre, que en noviembre cumpliría 105 años, y celebró la iniciativa de incluir el armónico en la obra Tríptico a Compay, de Erden Hernández, pieza con la que cerró la jornada.

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