La gran figura del ballet ruso Sergei Radchenko abrió ayer en Vigo la primera gira española del Russian National Ballet, que esta noche actuará en Pontevedra. El programa, concebido expresamente para la presentación de la compañía en España, incluye los mejores momentos de "El lago de los cisnes", "La bella durmiente" y "El cascanueces", y la coreografía de Radchenko para "Romeo y Julieta", de Chaikovsky.
-Han tenido que pasar veinte años para poder disfrutar de su compañía en España...
-La verdad es que actué aquí hace veinticinco años, cuando era bailarín del Bolshoi y me encantó. Tanía muchas ganas de volver, pero estamos cuatro meses al año de gira por Estados Unidos, y supongo que no hemos tenido muchas ocasiones de venir aquí. Este año decidimos cambiar la gira para poder actuar en España.
-Se confiesa usted un enamorado de la danza española...
-Sobre todo del flamenco. No hay ballet más fuerte, emocionalmente y por su efecto visual, que el flamenco. Por esto creo que España no necesitó desarrollar otro tipo de baile; el flamenco lo cubrió todo. Y en Rusia ocurre lo contrario: es el ballet clásico el que lo cubre todo. Sin embargo, los bailarines españoles están muy capacitados para el clásico y cuando lo han intentado, lo han hecho muy bien.
-Su compañía tiene todos los años una larga lista de bailarines que aspiran a formar parte de la misma. ¿Qué tiene que tener un bailarín del Russian National Ballet, talento o técnica?
-Sin duda, talento. Cuando hay talento hay técnica. Pero también exijo que trabajen. Para un bailarín es muy importante que baile sobre el escenario, porque no es lo mismo un ensayo que una actuación. Tanto en el Bolshoi de Moscú como en el Mariinski de San Petersburgo tienen que esperar su turno para bailar, algo que no es bueno para el bailarín, porque pierde mucho nivel. Nuestra compañía está constantemente de gira y realiza unas 200 funciones al año. Muchos bailarines que han pasado por otras compañías han terminado viniendo al Russian National Ballet porque lo que quieren es bailar. Hay que ensayar todos los días, actuar... Un bailarín tiene que bailar constantemente si quiere mantener su nivel. Nosotros tenemos un nivel muy alto porque tenemos mucha más práctica.
-¿Hay que sacrificar mucho para ser una primera figura del ballet?
-Supongo que las mismas cosas que un bailarín de flamenco. Hay que trabajar mucho, ensayar y bailar. Ellos también ensayan todos los días y trabajan mucho. Para ser bueno hay que trabajar mucho.
-¿Dónde se ha encontrado el público más entregado?
-Creo que el ballet clásico ruso gusta en todos los países por igual. Todo el mundo está acostumbrado a que el mejor ballet clásico está en Rusia y es lo que demanda. Los bailarines de la compañía podrían bailar cualquier repertorio, pero se les pide siempre ballet clásico. No se podría decir lo mismo si fuese una compañía de danza contemporánea. No creo que en un año, un bailarín de moderno pudiera interpretar un repertorio clásico.
-Han tenido que pasar veinte años para poder disfrutar de su compañía en España...
-La verdad es que actué aquí hace veinticinco años, cuando era bailarín del Bolshoi y me encantó. Tanía muchas ganas de volver, pero estamos cuatro meses al año de gira por Estados Unidos, y supongo que no hemos tenido muchas ocasiones de venir aquí. Este año decidimos cambiar la gira para poder actuar en España.
-Se confiesa usted un enamorado de la danza española...
-Sobre todo del flamenco. No hay ballet más fuerte, emocionalmente y por su efecto visual, que el flamenco. Por esto creo que España no necesitó desarrollar otro tipo de baile; el flamenco lo cubrió todo. Y en Rusia ocurre lo contrario: es el ballet clásico el que lo cubre todo. Sin embargo, los bailarines españoles están muy capacitados para el clásico y cuando lo han intentado, lo han hecho muy bien.
-Su compañía tiene todos los años una larga lista de bailarines que aspiran a formar parte de la misma. ¿Qué tiene que tener un bailarín del Russian National Ballet, talento o técnica?
-Sin duda, talento. Cuando hay talento hay técnica. Pero también exijo que trabajen. Para un bailarín es muy importante que baile sobre el escenario, porque no es lo mismo un ensayo que una actuación. Tanto en el Bolshoi de Moscú como en el Mariinski de San Petersburgo tienen que esperar su turno para bailar, algo que no es bueno para el bailarín, porque pierde mucho nivel. Nuestra compañía está constantemente de gira y realiza unas 200 funciones al año. Muchos bailarines que han pasado por otras compañías han terminado viniendo al Russian National Ballet porque lo que quieren es bailar. Hay que ensayar todos los días, actuar... Un bailarín tiene que bailar constantemente si quiere mantener su nivel. Nosotros tenemos un nivel muy alto porque tenemos mucha más práctica.
-¿Hay que sacrificar mucho para ser una primera figura del ballet?
-Supongo que las mismas cosas que un bailarín de flamenco. Hay que trabajar mucho, ensayar y bailar. Ellos también ensayan todos los días y trabajan mucho. Para ser bueno hay que trabajar mucho.
-¿Dónde se ha encontrado el público más entregado?
-Creo que el ballet clásico ruso gusta en todos los países por igual. Todo el mundo está acostumbrado a que el mejor ballet clásico está en Rusia y es lo que demanda. Los bailarines de la compañía podrían bailar cualquier repertorio, pero se les pide siempre ballet clásico. No se podría decir lo mismo si fuese una compañía de danza contemporánea. No creo que en un año, un bailarín de moderno pudiera interpretar un repertorio clásico.
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